Roxana Vega Alabarce
Maltrato Psicológico: El golpe invisible
Resulta difícil comenzar a escribir sobre un tema que ojalá no existiera en nuestra sociedad, sin embargo existe y me siento en la responsabilidad profesional y espiritual de invitarlos a ustedes ha reflexionar a cerca de él. Me refiero al maltrato infantil. Existen varios tipos de maltratos, pero esencialmente aludo a los mantenidos por los adultos en el núcleo de la convivencia, que inciden negativamente en el sano desarrollo integral de los niños. Se reconocen maltratos: físicos, psicológicos o emocionales, niños testigos de violencia, maltrato por negligencias y abuso sexual.
No obstante, el maltrato psicológico es el único que se encuentra a la base de todos los demás. Pienso que este tipo de maltrato hasta ahora ha pasado inadvertido. Esto porque recién como sociedad, estamos reconociendo los maltratos más evidentes. Basta recordar que los derechos del niño surgieron después que los derechos de los animales.
Lamentablemente en Chile 1 de cada 4 familias esta afectada por alguna de estas formas de maltrato. Personalmente tengo la impresión de que el maltrato psicológico posee una cifra negra donde se oculta su verdadera realidad, ya que muchas veces ignoramos que estamos ejerciendo este modo maltratador de comunicación, socialmente validado, hondamente establecido y poco cuestionado.
El maltratador en su sistema de creencias, esta convencido que el abuso no es tal, de que él no abusa, sino que es un acto justificable y hasta necesario. Aprendió de sus padres la forma de enseñar. Por ejemplo: ¡Eres un tonto! ¿Como no entiendes el ejercicio??? ¡Mira a Juan lo entendió perfectamente!!! Insulto, descalificación y comparación = Maltrato psicológico. Justificación y mistificación: …es una manera que entienda….es por su bien… una manera de incentivarlo.
Como sociedad hemos aprendido a criar, "supuestamente a educar" con malos tratos. Esto es una paradoja: justificamos los malos tratos, le otorgamos fines educativos y los convertimos en la herramienta del carácter de nuestra cultura. Esto lo venimos transmitiendo de generación tras generación y forma parte de las creencias más conservadoras de nuestras familias.
Se maltrata…por que se puede. Por que se es más fuerte, porque el niño no sabe hablar, porque es dependiente, porque nos convencemos de que tenemos la razón, porque ejercemos nuestra autoridad implacablemente, porque no sabemos…
Es una obligación nuestra como padres proteger a nuestros niños, pienso que al hacerlo de manera responsable y consciente, seremos leales a nuestras propias intuiciones de como tratarlos bien, aunque resulten contrarias a la forma en como fuimos educados. Por eso creo necesario que como primer paso, reflexionemos y valoricemos su importancia y tomemos conciencia del poder que tenemos como individuos, como familia y como sociedad para cambiar esto.
Entreguémosles a nuestros niños un lugar respetable en esta sociedad de adultos. Que el deseo del bienestar de nuestros niños sea fuerte, ojalá no sea solo el producto de la buena o mala suerte de la familia en que le toco nacer, sino, por el contrario el resultado de un esfuerzo individual y colectivo de toda la sociedad. Todo niño es un tesoro que es necesario cuidar.